Bachillerato General




Los objetivos del bachillerato general expresan las intenciones formativas que, como ciclo de educación formal, espera alcanzar y se definen de la siguiente manera:

• Ofrecer una cultura general básica, que comprenda aspectos de la ciencia, de las humanidades y de la técnica, a partir de la cual se adquieran los elementos fundamentales para la construcción de nuevos conocimientos.

• Proporcionar los conocimientos, los métodos, las técnicas y los lenguajes necesarios para ingresar a estudios superiores y desempeñarse en éstos de manera eficiente.

• Desarrollar las habilidades y actitudes esenciales para la realización de una actividad productiva socialmente útil.


La Ley General de Educación, en el artículo 37, establece que la educación media superior “comprende el nivel de bachillerato, los demás niveles equivalentes a éste, así como la educación profesional que no requiere bachillerato o sus equivalentes.” Es posterior a la secundaria y se orienta hacia la formación integral de la población escolar compuesta, mayoritariamente, por jóvenes de entre quince y dieciocho años de edad, quienes reciben el servicio en instituciones federales, estatales, autónomas y privadas.

A este tipo educativo se le otorga un papel importante en el desarrollo de nuestro país, en virtud de que debe promover la participación creativa de las nuevas generaciones en la economía, el trabajo y la sociedad, reforzar el proceso de formación de la personalidad en los jóvenes y constituir un espacio valioso para la adopción de valores y el desarrollo de actitudes para la vida. 1

De acuerdo con sus características estructurales y propósitos educativos que imparten, este tipo educativo está conformado por dos opciones con programas diferentes; una de carácter propedéutico y otra de carácter bivalente. 2

La primera de ellas prepara para el estudio de diferentes disciplinas científicas, tecnológicas y humanísticas; y proporciona una cultura general a fin de que sus egresados se incorporen a las instituciones de educación superior o al sector productivo.

Las instituciones a nivel nacional en que se puede cursar esta modalidad son las siguientes:

  • Los Bachilleratos de las Universidades Autónomas.
  • Los Colegios de Bachilleres.
  • Los Bachilleratos Estatales.
  • Las Preparatorias Federales por Cooperación.
  • Los Centros de Estudios de Bachillerato.
  • Los Bachilleratos de Arte.
  • Los Bachilleratos Militares del Ejército.
  • El Bachillerato de la Heroica Escuela Naval Militar.
  • La Preparatoria Abierta.
  • La Preparatoria del Distrito Federal.
  • Los Bachilleratos Federalizados.
  • Los Bachilleratos Propedéuticos que ofrecen instituciones particulares.
  • El Telebachillerato.

La educación de carácter bivalente cuenta con una estructura curricular integrada por un componente de formación profesional y otro de carácter propedéutico, ya que al mismo tiempo que prepara para continuar estudios superiores, proporciona una formación tecnológica orientada a la obtención de un título de técnico profesional.

Esta opción puede cursarse en:

  • El Instituto Politécnico Nacional.
  • Las instituciones del Gobierno Federal (dependientes de la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológica).
  • Educación Tecnológica Industrial.
  • Educación Tecnológica Agropecuaria.
  • Educación en Ciencia y Tecnología del Mar.
  • El Colegio de Educación Profesional Técnica.
  • Los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyTE's).
  • Los Centros de Enseñanza Técnica Industrial.
  • Las Escuelas de Bachillerato. 3

Con estas opciones, la Educación Media Superior brinda a los egresados de la educación básica la posibilidad de formarse para continuar sus estudios o incorporarse al mundo del trabajo, por ello, la tarea ineludible de este tipo educativo es proveer al estudiante de los conocimientos, las habilidades, actitudes y valores que coadyuven a su consolidación como individuo en el aspecto psicológico, intelectual, productivo y social; es decir, a su formación integral.


Asimismo, de acuerdo con la normativa vigente, la educación media superior “tendrá las modalidades de escolar, no escolarizada y mixta.”4

El bachillerato coordinado por la Dirección General del Bachillerato se ubica en la opción propedéutica y se ofrece en las tres modalidades mencionadas; asimismo, asume la finalidad de “generar en el educando el desarrollo de una primera síntesis personal y social que le permita el acceso a la educación superior, a la vez que le dé una comprensión de su sociedad y de su tiempo y lo prepare para su posible incorporación al trabajo productivo.”5

Como etapa de educación formal el bachillerato general se caracteriza por:

  • La universalidad de sus contenidos de enseñanza y de aprendizaje.
  • Iniciar la síntesis e integración de los conocimientos disciplinariamente acumulados.
  • Ser la última oportunidad en el sistema educativo para establecer contacto con los productos de la cultura en su más amplio sentido, dado que los estudios profesionales tenderán siempre a la especialización en ciertas áreas, formas o tipos de conocimiento, en menoscabo del resto del panorama científico cultural. 6

Sus funciones son las siguientes:


Formativa.- Proporciona al alumno una formación integral que comprende aspectos primordiales de la cultura de su tiempo: conocimientos científicos, técnicos y humanísticos, que le permitan asimilar y participar en los cambios constantes de la sociedad; manejar las herramientas de carácter instrumental adecuadas para enfrentar los problemas fundamentales de su entorno y fortalecer los valores de libertad, solidaridad, democracia y justicia; todo ello encaminado al logro de su desarrollo armónico individual y social.


Propedéutica.- Prepara al estudiante para la continuación en estudios superiores, a través de los conocimientos de las diferentes disciplinas; esto, además, le permitirá integrarse en forma eficiente a las circunstancias y características de su entorno, con base en el manejo de principios, leyes y conceptos básicos. Sin pretender una especialización anticipada, el bachillerato prepara a los alumnos que han orientado su interés vocacional hacia un campo específico de conocimientos.


Preparación para el trabajo.- Ofrece al educando una formación que le permita iniciarse en diversos aspectos del ámbito laboral, fomentando una actitud positiva hacia el trabajo y, en su caso, su integración al sector productivo.


Fundamento Normativo de la Reforma Curricular.


En este contexto y de acuerdo al señalamiento del Reglamento Interno de la Secretaría de Educación Pública, corresponde a la Dirección General del Bachillerato proponer normas pedagógicas, contenidos, planes y programas de estudio, métodos, materiales didácticos e instrumentos para la evaluación del aprendizaje para el bachillerato y sus diferentes modalidades, así como promover mecanismos y procedimientos de coordinación con las instituciones que imparten educación media superior en el país, para concertar la planeación, evaluación y mejoramiento del servicio educativo. 7


La propuesta de reforma curricular para el Bachillerato General surge como una alternativa para dar respuesta a las problemáticas educativas existentes, manteniendo correspondencia con los objetivos, políticas y líneas de acción del Programa Sectorial.



Para mejorar la calidad de la educación con equidad, el documento señala las siguientes políticas:

  • Ampliar la cobertura para ofrecer mayores oportunidades de acceso a jóvenes y adultos, a los grupos más desfavorecidos como la población rural e indígena, las personas discapacitadas y los trabajadores migrantes.
  • Formar ciudadanos responsables, solidarios y con los conocimientos idóneos para desempeñarse en el mundo laboral o en la educación superior.
  • Impulsar la reforma del currículo de las distintas modalidades, con programas académicos que incluyan componentes comunes que coadyuven a la articulación y flexibilidad del sistema y promuevan una educación integral.
  • Adoptar enfoques de enseñanza centrados en el aprendizaje y promover el diseño de materiales didácticos y el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación en la impartición de los programas educativos.
  • Impulsar la formación y actualización de profesores mediante programas que incorporen en sus contenidos los avances de las humanidades, la ciencia, la tecnología y las innovaciones pedagógicas y didácticas.

Impulsar el fortalecimiento de las escuelas públicas.

Respecto a las líneas de acción se propone la organización del currículo en torno a tres componentes comunes, que contribuyan al establecimiento de equivalencias para facilitar la articulación y flexibilidad del sistema y promuevan una educación integral; que los nuevos planes y programas de estudio se actualicen periódicamente e incluyan esquemas flexibles, sistemas de tutorías para la atención individual y en grupo de los estudiantes; programas de asesoría y orientación diferenciada para los alumnos con bajos niveles de aprovechamiento y en riesgo de abandonar sus estudios, así como conceptos y valores relacionados con la protección del ambiente. Su pertinencia estará sustentada en la estrecha vinculación de la escuela con su comunidad y en su interrelación con el mundo laboral.

Además, se promoverá el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación en la impartición de los programas educativos, en la renovación de los materiales didácticos y en la realización de talleres y prácticas de laboratorio.

De esta manera, el bachillerato general estará en condiciones de proporcionar una formación de buena calidad, basada en el desarrollo del conocimiento y sus aplicaciones, para convertir a la escuela en un espacio de convivencia juvenil ordenada, plural y respetuosa que fomentará el aprendizaje en conjunto y la discusión en un ambiente de libertad y rigor académico.

1 Cfr. Ibid., pág. 159.

2 Cfr. Ibid., pág. 162.

3 Ibid., pág. 163.

4 Secretaría de Educación Pública. Ley General de Educación, artículo 46.

5 Diario Oficial de la Federación. Acuerdo Secretarial No. 71, 28 de mayo de 1982.

6 Cfr. Secretaría de Educación Pública. Congreso Nacional del Bachillerato. pág. 35.

7 Reglamento Interno de la Secretaría de Educación Pública. Capítulo VI, Art. 24, fracciones I y XI.

Los elementos del perfil del bachiller se definieron con base en la finalidad esencial del bachillerato, los objetivos institucionales y las orientaciones del Programa Nacional de Educación 2001-2006. Las características que se describen a continuación consideran lo que debe tener el estudiante como producto de una formación integral, esto es, aquellos atributos deseables que orienten el desarrollo de los conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas del joven mexicano para incorporarse como sujeto útil y activo a la vida cotidiana, a la educación superior y al mundo del trabajo. Cabe destacar que estos atributos hacen referencia a cuatro capacidades básicas: intelectuales, comunicación, socio-afectivas y productivas.

Por ello, el egresado del bachillerato general debe ser capaz de:

  • Desarrollar los procesos lógicos que le permitan analizar y explicar diversos fenómenos naturales y sociales del medio circundante, desde distintas dimensiones y perspectivas teóricas.
  • Aplicar en su vida cotidiana los conocimientos de diferentes disciplinas y ciencias en la resolución de problemas, con base en principios, leyes y conceptos.
  • Interpretar de manera reflexiva y crítica el quehacer científico, su importancia actual y futura; y tomar conciencia del impacto social, económico y ambiental del desarrollo tecnológico.
  • Asumir una actitud propositiva ante los problemas que lo afectan, atendiendo los más significativos de su entorno.
  • Construir una personalidad ética que considere al hombre como especie, como individuo y como parte de una sociedad, mediante el desarrollo y fortalecimiento de los valores.
  • Adquirir los elementos que le permitan consolidar su personalidad y enfrentar los riesgos propios de su edad.
  • Utilizar diferentes códigos lingüísticos de acuerdo al contexto de comunicación y a su intención, así como interpretar correctamente los mensajes recibidos y lograr su adecuada estructuración con base en principios de ordenamiento, causalidad y generalidad.
  • Emplear las nuevas tecnologías de información y comunicación, aprovechando sus potencialidades para desarrollar conocimientos que promuevan su participación activa y constructiva en la sociedad.
  • Adquirir conocimientos sobre principios específicos de las diversas disciplinas que le faciliten su decisión personal para elegir adecuadamente sus estudios superiores.
  • Obtener los elementos que le permitan valorar y realizar de manera competente tanto el trabajo productivo como los servicios que redundan en beneficio de la sociedad.
  • Contar con los elementos que posibiliten la creación o el aprecio por las manifestaciones artísticas para valorarlas como expresiones culturales.
  • Poseer habilidades y destrezas motrices que le permitan mantener el cuerpo sano.

Estos atributos serán el punto de partida para el diseño idóneo del proceso enseñanza y aprendizaje y no deberán verse como exclusivos de un campo disciplinario por su carácter genérico.

Los atributos que consideran la intervención pedagógica del docente, en relación con el enfoque de la enseñanza centrada en el aprendizaje, a nuestro juicio son:

  • Disponibilidad para aprender por cuenta propia y a través de la interacción con otros.
  • Habilidad para estimular la curiosidad, la creatividad y el análisis.
  • Aptitudes para fomentar la comunicación interpersonal y el trabajo en equipo.
  • Imaginación para identificar y aprovechar oportunidades diversas de aprendizaje.
  • Autoridad moral para transmitir valores a través del ejemplo.
  • La comprensión amplia de los fundamentos normativos, filosóficos y metodológicos que sustentan el bachillerato general y que orientan la práctica educativa en la institución.
  • El manejo de las teorías y el conocimiento de la evolución del campo disciplinario, objeto de su función académica.
  • El conocimiento de las características psicológicas que particularizan a los estudiantes, así como de las condiciones biosocioeconómicas y culturales en las que se desarrollan.
  • El conocimiento teórico y metodológico de la psicopedagogía y de la cultura en general.
  • El conocimiento permanentemente actualizado sobre el acontecer nacional e internacional relevante para el desarrollo del estudiante, para sí mismo y para la institución, y significativo para la explicación de los cambios que puedan afectarlos.
  • El dominio e integración de los conocimientos disciplinarios y pedagógicos que requiere para la planeación, desarrollo y evaluación cotidiana de las actividades inherentes a su función.
  • El uso y fomento de su creatividad en el proceso de aprendizaje y enseñanza.
  • La observación y análisis de los procesos de desarrollo individual y grupal, que fomenten el interés de los estudiantes a realizarse como seres humanos autónomos.
  • El uso adecuado de los recursos materiales, humanos y técnicos que tengan a su alcance para el desarrollo de la práctica educativa.
  • La comunicación pertinente con el estudiante y con los grupos colegiados de la institución.
  • La correcta expresión oral, escrita y corporal como manifestación de la función académica que desempeña.
  • La generación de un ambiente de respeto y confianza, en donde muestre el aprecio que tiene por la población estudiantil, los compañeros de trabajo y la institución a la que pertenece.
  • El interés por su superación como académico en lo disciplinario, lo psicopedagógico y en su práctica cotidiana, de manera responsable y comprometida.
  • La generación en los estudiantes de una actitud de interés por su proceso de pensamiento y por la construcción de su propio conocimiento trascendiendo las prácticas estereotipadas.
  • La expresión y promoción de valores que hagan del académico mismo y de los estudiantes individuos dignos, íntegros, responsables, honestos y comprometidos, con una actitud crítica y transformadora de su entorno social, político, económico y cultural.
  • La disposición para participar en grupos colegiados y eventos institucionales que le permitan intercambiar experiencias y enriquecer su práctica.

El reconocimiento de los alcances que su actividad formativa tiene en el desarrollo actual y futuro del estudiante y de sí mismo.

Las líneas de orientación curricular se establecen con la finalidad de desarrollar transversalmente, en el plan de estudios, las capacidades básicas que fortalecerán las estructuras de pensamiento y acción que atienden aquellos aspectos esenciales para la formación del bachiller y que no necesariamente requieren ser desarrollados en una asignatura específica, sino por el contrario, por su carácter básico, se ejercitan en cualquiera de los contenidos del plan de estudios.

La consecución de los planteamientos que se señalan en cada una de las líneas será posible mediante la selección de actividades didácticas, relacionando los diferentes contenidos de las asignaturas con la experiencia práctica que viva el estudiante en torno al desarrollo de cada una de las orientaciones.

Desarrollo de habilidades del pensamiento

Su propósito es que el estudiante adquiera la capacidad de construir de manera creativa el conocimiento. El desarrollo de estas habilidades es prioritario en la estructuración y operación de los contenidos educativos, porque el aprendizaje es producto de la conducta activa del estudiante; en este sentido, la selección de contenidos, las estrategias didácticas y los materiales que apoyen el proceso educativo, están dirigidos hacia la producción y apropiación del conocimiento, mediante la instrumentación de actividades que promuevan el trabajo, el desarrollo intelectual y la creatividad.

Las habilidades del pensamiento poseen un carácter general, ya que permiten al estudiante desempeñarse de manera eficiente y competente, cualquiera que sea el contexto en el que se desenvuelve.

Metodología

Pretende iniciar al estudiante en el conocimiento y manejo de la ciencia y sus métodos, a la vez que se fortalecen los procesos de razonamiento lógico. Lo anterior, tiene como propósito ofrecerle las herramientas teórico-metodológicas que le permitan asumir una actitud de búsqueda constante de inferencias válidas y acercarse al conocimiento por medio de procedimientos sistemáticos de investigación. Esta línea deberá manifestarse en todas las asignaturas del plan de estudios, ya que constituirá uno de los medios con los que el estudiante podrá construir su conocimiento; por ello, se enfatizará el empleo de diferentes métodos en el tratamiento de los contenidos programáticos y en las actividades que desarrollará el estudiante.

Valores

Los valores son patrimonio de la cultura y constituyen un elemento esencial de la formación integral, son el punto de partida para una realización armónica del individuo, por esto, se promoverá la adquisición y el fortalecimiento de actitudes con el fin de asumir y vivenciar el sentido de libertad, justicia, identidad nacional, solidaridad, honestidad, responsabilidad, democracia, amor a la verdad, etc., a través de ellos el individuo puede incidir en el proceso de transformación social y humana. Esta línea quedará reflejada no sólo en el plan de estudios, sino en todo el desarrollo del proceso educativo, en el que cada uno de sus actores se constituirán en modeladores y promotores de los principales valores humanos.

Educación ambiental

La educación ambiental incluirá contenidos y estrategias para que el estudiante adopte una actitud crítica ante el medio circundante, así como concientizarlo de la corresponsabilidad y de las oportunidades de acción que tiene para contribuir a la conservación del equilibrio ecológico, a la preservación de la biodiversidad y al uso racional de los recursos naturales. Estos temas, por su naturaleza, se abordarán con mayor énfasis en las asignaturas del campo de las ciencias naturales, en las cuales, podrán ser retomados a través de actividades que permitan la búsqueda de alternativas, así como el planteamiento de propuestas tendientes a la conservación del medio ambiente.

Derechos humanos

En la educación es indispensable resaltar los derechos humanos para implantar una cultura que permita al estudiante ejercer y asumir sus responsabilidades sociales, al mismo tiempo que reconocer las garantías individuales conferidas a los miembros de la sociedad en las legislaciones de las diferentes naciones. Por lo anterior, la formación en esta línea posibilita el desarrollo de actitudes de respeto hacia la individualidad, el grupo y el contexto social, partiendo de un principio de justicia que oriente el comportamiento humano, en la búsqueda por la libertad personal, en el ámbito de una vida socialmente interdependiente.

Calidad

La calidad se entiende como el creciente perfeccionamiento en el proceso educativo en virtud de su contribución a la formación de individuos y de una sociedad mejor. En ese sentido, los elementos determinantes del bachillerato general se sustentan en una filosofía de la calidad educativa, reflejada en dicho proceso, así como en el desempeño de los egresados en los ámbitos profesional y humano.

En síntesis, se pretende impregnar los contenidos educativos con un enfoque de calidad, a través del desarrollo de acciones que inculquen en el individuo su adopción como una tendencia permanente, para actuar, para trabajar y para trasladar su experiencia al mejoramiento de sus condiciones de vida.

Comunicación

La comunicación entendida como la ejercitación continua de la competencia comunicativa del estudiante, para que se exprese con claridad y precisión en forma oral, escrita e iconográfica. De esta manera, recupera los conocimientos adquiridos en las materias del campo de Lenguaje y Comunicación y los transfiere a las demás asignaturas del plan de estudios a través de actividades de aprendizaje que propicien la consolidación de esta capacidad.

Equidad de Género

Favorece la socialización de las y los estudiantes desde la perspectiva de género en la interacción que se da en la escuela, en el aula y en el tratamiento de los contenidos curriculares, ofreciendo pautas y criterios favorables para el cambio actitudinal que tenga impacto en aquellos patrones culturales de nuestra sociedad que han propiciado la discriminación en la relación entre géneros. Esta línea favorece la reflexión sobre las relaciones sociales que mantienen hombres y mujeres, a fin de generar formas de convivencia basadas en el respeto, la tolerancia y la reciprocidad para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Estas líneas se promoverán en la estrategia didáctica de los programas de estudio como parte de las actividades de aprendizaje. De esta manera, cada línea se aplica de manera pertinente en las diferentes situaciones a las que se enfrenta el alumno para lograr un aprendizaje significativo. A continuación, se presentan algunos ejemplos para su aplicación:

  • Las habilidades de pensamiento se aplican en las actividades que requieren los procesos de adquisición y procesamiento de información (observar, comparar, relacionar, razonar en forma abstracta, razonar en forma analógica, razonar en forma espacial, jerarquizar, formar conceptos, plantear y resolver problemas) que forman parte del proceso constructivo de aprendizaje. Están asociadas con situaciones de aprendizaje tales como: lecturas guiadas, ejercicios de analogías y búsqueda de ejemplos y contraejemplos, ejercicios de esquematización o representación gráfica de algún contenido, elaboración de proyectos, etc.
  • Las habilidades de comunicación se aplican en las actividades que requieren los procesos de socialización del aprendizaje en sus formas oral, escrita o gráfica (exponer, explicar, discutir, comentar, redactar, representar, etc.) y están asociadas con situaciones de aprendizaje tales como: presentación de textos escritos, participación en exposiciones de temas con o sin apoyos visuales, grupos de discusión etc.
  • La metodología se aplica en las actividades que requieren los procesos de trabajo escolar para una aproximación sistemática al objeto de estudio (observación, experimentación, participación social, investigación de campo o documental, debate, entre otras).
  • La calidad se promueve a través de la autoevaluación, evaluación de pares o del propio facilitador como parte de las actividades de evaluación formativa, que permiten que el alumno aprenda a reconocer la calidad de su trabajo con criterios objetivos y a su vez desarrolle una actitud crítica y constructiva, que, sin afectar su autoestima, aprenda a encontrar motivación en sus aciertos y actitud de reto para resolver sus errores u omisiones.
  • La aplicación de los valores se da en la recuperación del sentido ético del conocimiento científico y de sus aplicaciones tecnológicas, se trabaja generalmente en el proceso de cierre del aprendizaje, mediante la obtención de conclusiones sobre las implicaciones éticas y sociales del conocimiento en cuestión.
  • La línea de educación ambiental se aplica generalmente en aquellas actividades que se relacionan con la naturaleza o a través de experimentaciones que puedan implicar un comportamiento o desempeño que produzca consecuencias hacia el cuidado del medio ambiente (visitas a museos, actividades al aire libre, actividades en laboratorios con sustancias nocivas, etc.)

Las líneas de derechos humanos y equidad de género se aplican generalmente en aquellas actividades que se relacionan con el trabajo cooperativo de los alumnos, es decir, el trabajo en equipo (exposiciones, discusión grupal, corrillos, experimentaciones, desarrollo de productos, etc.) y también en situaciones cotidianas extraordinarias en las cuales se presente alguna problemática relacionada, entre otros, con la equidad de género, las capacidades diferentes, la tolerancia, el respeto y la solidaridad, en donde el facilitador promueva la dinámica del grupo en favor de su incorporación.

Como se ha mencionado, una de las líneas que se define en el Programa Nacional de Educación, para propiciar la reforma curricular en el tipo medio superior, se encamina hacia la conformación de una estructura curricular común que integre tres componentes formativos: Básico, Propedéutico y Profesional.

Dicha estructura guarda gran correspondencia con la del Bachillerato General, ya que actualmente se conforma por un núcleo de formación básica, uno de formación propedéutica y otro de formación para el trabajo.

Por lo anterior y con el propósito de lograr convergencia con las intenciones del Programa se ha considerado conveniente adoptar la denominación de “componentes formativos”, a fin de contribuir en la definición de los elementos que nos den identidad como educación media superior y nos apoye en el propósito de articularnos con las diferentes instituciones que la conforman. De esta manera, la estructura curricular del Bachillerato General quedará definida por los componentes de formación básica, propedéutica y para el trabajo. 1

El Componente de Formación Básica tiene la finalidad de brindar una formación general en lo que se ha considerado como mínimo esencial para todo bachiller a nivel nacional, es decir, aquellos conocimientos, habilidades y actitudes que deben poseer para participar activamente en su formación y constructivamente en el cambio de la realidad, así como contribuir a la convivencia, comprender su medio y saber comunicarse.

Este componente se define a partir del “tronco común” 2 establecido en el Acuerdo Secretarial No. 71, al cual se incorporan algunas asignaturas complementarias que son importantes para la formación del estudiante del Bachillerato General; el conjunto de estas asignaturas adquiere un carácter obligatorio para todas las instituciones de este nivel educativo.

Sus objetivos mantienen correspondencia con los señalados en el Congreso Nacional del Bachillerato para el tronco común y son los siguientes:

  • Transmitir a los educandos la cultura universal básica, atendiendo tanto a sus intereses como a sus necesidades individuales y sociales, así como a los objetivos, filosofía y políticas educativas institucionales.

Dotar al educando de la formación y el conocimiento que le permitan:

  • Adquirir los elementos básicos de la ciencia, de las humanidades y de la técnica, que le ayuden a lograr una explicación racional de la naturaleza y de la sociedad.
  • Adquirir los conocimientos básicos para concluir sus estudios de bachillerato, profundizar en determinadas disciplinas y recibir una capacitación para el trabajo.
  • Asumir una actitud reflexiva, racional y sistemática ante el hombre y la naturaleza.
  • Apreciar el entorno social y valorarse a sí mismo, mediante el conocimiento axiológico.
  • Realizar una síntesis personal acerca de la naturaleza y la cultura.

En el Acuerdo Secretarial No. 71 las diferentes asignaturas del tronco común se agrupan en las siguientes áreas o campos de conocimiento: Lenguaje y Comunicación, Matemáticas, Metodología, Ciencias Naturales e Histórico Social.

Al respecto, es importante señalar que si bien la Metodología de la Investigación se encuentra presente en las diferentes disciplinas del conocimiento, y que por su contenido puede desarrollarse de manera independiente en un área específica, en la definición del Componente de Formación Básica del Bachillerato General dicha materia se incorpora al campo Histórico Social, en virtud de que representa el espacio idóneo para la reflexión sobre el desarrollo científico desde una perspectiva humanística.

La materia de Metodología de la Investigación se propone el análisis acerca de la naturaleza del conocimiento, la metodología de las ciencias y la lógica del quehacer científico, con la finalidad de iniciar al bachiller en los procesos básicos de la investigación científica.

Para fortalecer la finalidad y propósitos de este componente, es importante actualizar la estructura del tronco común 3, a través de la incorporación de aquellos aspectos necesarios para la formación básica de los estudiantes:

  • Ubicar la materia de Informática en el campo de conocimiento de lenguaje y comunicación, en virtud del impacto que ha tenido su introducción en todos los ámbitos del quehacer humano en cuanto a la generación, procesamiento y transmisión de la información y dado que actualmente se encuentra presente en la oferta educativa de las instituciones de educación media superior; de esta manera se fortalecerá el propósito de atender el estudio de las disciplinas tecnológicas.
  • Incorporar un espacio curricular para fortalecer el conocimiento, reflexión y puesta en práctica de los valores éticos, a fin de que el alumno construya una personalidad moral sólida que le permita enfrentar, de manera consciente y autónoma, los conflictos de valores presentes en su vida cotidiana y en los grupos de una sociedad en transición hacia la pluralidad y la democracia.

La materia de “Ética y Valores” se ubica en el campo de conocimiento Histórico Social y las orientaciones generales que podrán considerarse en el desarrollo de sus contenidos son los siguientes: Valores éticos fundamentales (tipología, jerarquización y realización), Bioética, Desarrollo Sustentable y Participación ciudadana, entre otros.

Con base en lo anterior, los campos de conocimiento de este componente se definen y configuran de la siguiente manera:

El campo de lenguaje y comunicación está constituido por sistemas de signos convencionales que permiten la interacción de los seres humanos en distintos contextos, contribuyen a la estructuración del pensamiento, conforman una interpretación del universo y determinan la apropiación y construcción del conocimiento.

El eje conceptual que rige en las disciplinas de este campo es la Comunicación, entendida como la capacidad física, intelectual, social y afectiva para intercambiar información y comprender e interpretar el mundo mediante el uso de distintos códigos y a través de diversos medios.

La importancia del campo es trascendental porque tiene una doble función; por una parte los lenguajes permiten la apropiación de la realidad y son, además, el eje universal e interdisciplinario a partir del cual la humanidad se relaciona, convive y va configurando la historia de la cultura; y por otra, permite al estudiante participar en la sociedad exitosamente, porque le da la posibilidad de desarrollar habilidades de pensamiento, puesto que enriquecen su capacidad de comprensión y análisis; de comunicación, ya que le facilitan la interrelación con sus semejantes; y de investigación, que apoyen el desarrollo de su actividad académica, cotidiana y laboral.

Los avances que se proyectan en los distintos ámbitos del conocimiento, no podían dejar de lado el enfoque comunicativo de la lengua, su uso y su enseñanza; ya que este ha probado su eficacia desde finales de la década de los sesenta. Dicho enfoque permite desarrollar con mayor plenitud la competencia comunicativa del estudiante, definida como el conjunto de procesos y conocimientos de diversa índole: lingüísticos, sociolingüísticos, estratégicos y discursivos; que el hablante/oyente/escritor/lector deberá poner en juego para comprender o producir discursos adecuados a la situación y al contexto de comunicación y grado de formalización requerido.

Esta alternativa para la enseñanza de la lengua le da mayor importancia a la norma de uso, fundamentada en estrategias de interacción social que se dan en situaciones concretas de comunicación. Es decir, nunca nos comunicamos de la misma manera, porque en cada ocasión utilizamos los significados de acuerdo con la situación comunicativa en que nos encontremos. Por ejemplo, no es igual escuchar la conferencia de un distinguido escritor, que leer una noticia en el periódico o un instructivo para armar un avión a escala; tampoco es lo mismo leer un poema que leer un artículo de divulgación científica, o sea, cada forma de expresión textual se adecua a la situación comunicativa de que se trate.

Las metas de enseñanza con este enfoque, deberán estar centradas en el estudiante y en sus necesidades de comunicación, entre las cuales sus requerimientos de formación académica ocupan un lugar prioritario.

El manejo eficiente del lenguaje oral y escrito permite interpretar correctamente los mensajes recibidos y lograr una adecuada estructuración, con base en principios de ordenamiento, causalidad y generalidad; lo cual coincide con ciertas características que desarrollará el bachiller, como producto de su formación.

La lectura es una habilidad necesaria para el aprendizaje, es la puerta para conocer y adentrarnos en diversos ámbitos del universo, es la llave para descubrir el fantástico mundo de la ficción literaria y también es un medio para recibir información de publicaciones periódicas y medios electrónicos.

Debe quedarnos claro que la lectura no es como antes se pensaba “simplemente una habilidad mecánica. Leer bien es razonar bien dentro de uno de los más elevados procesos mentales que incluye diferentes formas de pensamiento: la evaluación crítica, la formulación de juicios, la imaginación y resolución de problemas”. 4 Leer bien es poseer una herramienta que permite desarrollar “las habilidades de la percepción, la memoria funcional, el cuestionamiento creativo, el razonamiento lógico y la evaluación crítica”. 5

Actualmente la lectura se define como un proceso constructivo, al reconocer que el significado no es una propiedad del texto, sino que el lector se lo otorga; por lo tanto, los textos no tienen una sola interpretación sino muchas, tantas como lectores haya.

Estas concepciones de lectura y de comprensión lectora desde un enfoque constructivista le dan un papel activo al lector para la construcción del significado. Este significado, depende de la complejidad y extensión de la estructura intelectual del sujeto para obtener un conocimiento cada vez más objetivo. Dichas estructuras varían de acuerdo al ambiente social, lingüístico y cultural del lector.

Por lo anterior, es fundamental que la enseñanza de la lengua esté orientada a una mejora de las capacidades de uso comprensivo y expresivo de los estudiantes, que les permita la adquisición de normas, destrezas y estrategias asociadas a la producción de textos orales, escritos e ícono verbales, y en consecuencia, a la apropiación de los mecanismos pragmáticos que consolidan la competencia comunicativa de los usuarios en situaciones concretas de interacción social.

Los códigos informáticos se abordan como una disciplina con carácter instrumental que estudia la generación, procesamiento y transmisión de información por medio de tecnologías modernas como la computadora, donde puede expresarse dicha información en forma numérica, escrita, con imagen, voz y video. Es en realidad una herramienta que les permite solucionar problemas mediante el uso de un software de aplicación general.

Algunas otras estrategias didácticas generales de uso continuo en este campo son:

  • Aprendizaje de los códigos a partir de la práctica en distintas situaciones comunicativas, entendidas como una continua interacción entre el hacer y las normas establecidas por cada código.
  • Utilización de los procedimientos de inducción y deducción para la construcción de conocimientos.
  • Aplicación de técnicas que permitan la comprensión de diversos tipos de mensajes.
  • Utilización de técnicas de investigación para obtener y construir nuevos conocimientos.

Las disciplinas comprendidas en el campo son de carácter instrumental y permiten y estimulan a través del uso adecuado de los códigos el desarrollo de habilidades del pensamiento necesarias, a fin de lograr la comprensión, construcción y aplicación de los conocimientos que habiliten al sujeto de aprendizaje para ingresar a estudios superiores o incorporarse al área productiva y de servicios. En español e inglés el estudio de la lengua se da a partir de la lectura y la redacción, mediante estrategias y métodos específicos, por eso la metodología de aprendizaje implica el ejercicio continuo y permanente de los contenidos temáticos presentes en cada asignatura.

El campo se integra con disciplinas que abordan el estudio de sistemas lingüísticos e informáticos: el Español, el Inglés y la Informática. Las asignaturas derivadas de esas disciplinas son: Taller de Lectura y Redacción I y II, Literatura I y II (complementarias), Lenguaje Adicional al Español (Inglés) I a IV e Informática I y II.

El campo de las ciencias naturales se concibe como el desarrollo del quehacer científico, entendido este como la actitud asumida ante el estudio de los hechos, procesos y fenómenos que ocurren en el mundo material.

El enfoque del campo de las Ciencias Naturales se define con dos ejes: el primero de tipo conceptual, referido a la composición de la materia-energía, a los sistemas físicos, químicos y biológicos, así como a sus cambios y su interdependencia, a través de una interrelación con los aspectos de desarrollo sustentable, que dan lugar a una orientación de tipo axiológico respecto a la relación ciencia-tecnología-sociedad. El segundo, de orden metodológico, apoyado por el paradigma constructivista del aprendizaje, que promueve la participación activa y creativa de los estudiantes en investigación, resolución de problemas, actividades experimentales y trabajo en equipo, a partir de los conocimientos declarativos y procedimentales que introyectan, desde una perspectiva humanística, los valores inherentes al desarrollo de la ciencia y la tecnología, en armonía con la naturaleza.

La importancia de este campo de conocimiento es determinante porque permite descubrir las generalizaciones que han llevado a proponer las leyes y los principios que rigen el comportamiento de los sistemas físicos, químicos y biológicos; así como, explicar la relación existente entre la ciencia y sus aplicaciones.

Las relaciones cada vez más estrechas entre progreso de la ciencia e innovación tecnológica, desarrollo económico y bienestar social, han llevado a que la educación científica se considere una tarea prioritaria, no solo en lo que se refiere a la formación de profesionales de la ciencia, sino para proporcionar a todas las personas una cultura científica básica, imprescindible para asumir actitudes críticas y tomar decisiones informadas y responsables en prácticamente todos los aspectos de la vida en el mundo de hoy, tanto en asuntos personales como colectivos.

El desarrollo de esta cultura científica en lo que toca al bachillerato debe incluir una clara comprensión de lo que es y lo que no es la ciencia, de lo que puede explicar y lo que no, lo que puede esperarse y lo que constituyen falsas expectativas. El aprendizaje de la física, la química y la biología en este nivel no puede concebirse, por lo tanto, solo como la adquisición de información, sino que además debe promover una visión de la ciencia como actividad humana, del carácter provisional y tentativo de sus explicaciones, así como un sano escepticismo sobre las afirmaciones científicas.

Por otra parte, si bien puede afirmarse que no existe un único método científico, ello no significa que la ciencia no utilice métodos comunes al trabajo científico en diversos campos del conocimiento, con lo que los alumnos de bachillerato deben familiarizarse: formulación de preguntas, razonamiento lógico, argumentación crítica, planeación y conducción de investigaciones, entre otras. La participación de los estudiantes en investigaciones, debe contribuir a fomentar en ellos el interés por la ciencia y el entusiasmo, la perseverancia, la integridad y la capacidad de comunicación en general.

Otra de las características de la ciencia que conviene destacar en el bachillerato es su carácter colectivo. La cantidad y calidad de información es tal, que es impensable el trabajo de un investigador aislado. Asimismo, el progreso científico es producto de la intuición y la originalidad, del pensamiento divergente y singular. Es conveniente considerar lo anterior y estimular tanto el trabajo en equipo como la creatividad de los alumnos.

Estos hechos evidencian la necesidad de formar generaciones reflexivas, con capacidad de acceder críticamente a la información y de decidir responsablemente acerca de los actos personales y colectivos en los cuales participan.

En consecuencia, la enseñanza de las ciencias debe tener como objetivo acercar la ciencia a todos y no brindar una imagen elitista y selectiva del conocimiento científico y de su adquisición.

El aprendizaje en sí de los conocimientos relativos a las ciencias naturales propicia en los alumnos el entendimiento del mundo natural del cual forman parte, ayudándolos a entender, además de los fenómenos naturales que le rodean, su propia naturaleza humana. De aquí que la información y adecuada conceptualización de fenómenos, como la vida o la transformación de la materia y de la energía, es indispensable en un bachiller.

Se puede afirmar que el enfoque de la enseñanza y del aprendizaje de las ciencias naturales en el bachillerato debe asumirse en una perspectiva de la interacción del conocimiento de la naturaleza, con la interpretación que el estudiante debe hacer de las relaciones de ese conocimiento con la sociedad en que se desarrolla, con los medios tecnológicos de que dispone y la valoración de esas relaciones.

Los contenidos de aprendizaje de las ciencias en el bachillerato deberán aportar a los estudiantes los conocimientos declarativos y procedimentales, las habilidades académicas básicas o de pensamiento y las actitudes y valores inherentes a un desarrollo de la ciencia y la tecnología en armonía con la naturaleza desde una perspectiva humanística. Esto es, en síntesis, lo que de ciencia debe conformar la cultura básica de los estudiantes del bachillerato: saberes, procederes y valores.

La tendencia de la enseñanza de las ciencias experimentales pretende incluir conocimientos que sean utilizados por los alumnos para resolver problemas cotidianos. En el área se propone el trabajo experimental como una de las herramientas para construir el conocimiento y promover el desarrollo de habilidades prácticas.

El campo de las Ciencias Naturales está integrado por disciplinas que abordan el estudio de los fenómenos y procesos de la materia, dichas disciplinas son: Física, Química y Biología.

Las asignaturas derivadas de estas disciplinas son: Química I y II, Física I y II, Biología I y como materias complementarias al nivel, Biología II, Ecología y Medio Ambiente y Geografía.

El campo de conocimiento matemático se concibe como una ciencia formal, debido a que en su desarrollo histórico ha construido métodos, lenguajes y procedimientos sistemáticos que posibilitan la representación simbólica de los fenómenos del entorno.

Las matemáticas están presentes en todos los aspectos de la vida del hombre: en el arte, la ciencia y la cultura. Su relación con otras ciencias es de carácter teórico instrumental porque genera modelos que permiten representar la realidad.

El eje conceptual se conforma por las líneas referidas al pensamiento numérico, algebraico, geométrico, estadístico que permiten el desarrollo de la capacidad para realizar razonamientos matemáticos y demostraciones, explorar, comprender, representar, predecir, explicar, plantear, modelar y resolver problemas; así como el uso de la comunicación para establecer vínculos entre las nociones informales e intuitivas y el lenguaje simbólico propio de esta ciencia.

El eje metodológico está orientado a la resolución de problemas con el apoyo del paradigma constructivista del aprendizaje, a fin de generar una propuesta didáctica que promueva el desarrollo de las habilidades del pensamiento y el rigor lógico que se requiere en el ámbito científico.

La importancia del campo es trascendental ya que sus aplicaciones en la vida cotidiana son múltiples e inevitables, ya que la aritmética más sencilla la utilizamos al hacer nuestras compras diarias o efectuar una transacción financiera en un cajero automático; la geometría elemental nos es útil en circunstancias comunes como en la de elegir en forma adecuada el camino que debe llevarnos a un destino determinado, así como para el diseño de vehículos terrestres o aéreos cada vez más cómodos, rápidos y eficientes; también la matemática nos ayuda a generar estructuras bioquímicas para realizar investigaciones en la biología molecular, sin embargo, gran parte de la población desconoce que algunos de los problemas que se presentan en la arqueología, biología, inmunología, ingeniería genética pueden ser descritos en forma eficiente y práctica en términos matemáticos.

Actualmente los seres humanos contamos con la herramienta tecnológica que permite obtener tomografías o imágenes por resonancia magnética que facilitan el diagnóstico de alguna enfermedad y le evitan molestias al paciente, así mismo se generan modelos matemáticos del oído, ojo, corazón, columna vertebral, predicción meteorológica, transmisión, protección, comprensión y codificación de datos. Por otro lado, podemos señalar que los modelos matemáticos son una valiosa herramienta para la concepción y diseño de dispositivos y procesos en la industria, su uso permite acortar y abaratar el proceso de diseño y salida al mercado de un producto, al reducir la construcción de prototipos y ensayos en el laboratorio; es decir, detrás de todos los avances tecnológicos y procesos actuales están las matemáticas.

Las metas de enseñanza con este enfoque deberán estar centradas en el estudiante, ya que “se parte que aprender matemáticas significa generar las habilidades para formular, reformular y resolver problemas, verificar sus soluciones y efectuar generalizaciones”. Para ello, no es suficiente el manejo de algoritmos, reglas o procedimientos, ya que solo pueden emplearse para cierto tipo de problemas, por lo que se ven limitados para desarrollar su capacidad para conjeturar, buscar diferentes formas de solución, poder comunicar en forma verbal y escrita la justificación de sus respuestas a través de argumentos que le den soporte y les permitan participar activamente en la construcción de su propio conocimiento.

El enfoque de resolución de problemas en la enseñanza de las matemáticas resulta esencial para el aprendizaje de otras ciencias. Su incorporación para el trabajo en el aula amplia la visión que deben desarrollar los alumnos al participar activamente en el análisis de temas y problemas que afectan a su comunidad.

Por lo que, el desarrollo de habilidades para resolver problemas en diversos campos está vinculado con el pensamiento o razonamiento de alto nivel, donde las habilidades de alto grado de pensamiento incluyen el desarrollo de un pensamiento no algorítmico, es decir, no se tiene un camino determinado por lo que después del análisis del contexto es posible llegar a la solución a través de diferentes caminos, siendo necesario incluir acciones de monitoreo constante del proceso de solución.

Para el logro de las metas de este campo es necesario evitar que la matemática sea vista como un conocimiento acabado y abstracto ya que nos conduce a un estilo expositivo, el cual está integrado por definiciones y procedimientos algorítmicos y al final de estos un problema contextualizado acerca de lo aprendido; este estilo se conoce como mecanicismo, el cual es muy utilizado en la enseñanza de la aritmética, álgebra e incluso en geometría y para resolver los problemas seleccionados se buscan patrones similares a los utilizados en clase y se aprende a partir de la repetición, esta forma de enseñanza en Psicología se conoce como conductismo.

Si por el contrario, al conocimiento matemático lo consideramos como algo no acabado sino en plena creación, donde se pone énfasis en la visualización de la existencia de estructuras conceptuales que se amplían y enriquecen a lo largo de toda la vida; ante esto, los protagonistas del proceso de su enseñanza: docentes, alumnos y objeto del conocimiento deben interactuar de tal manera que revaloricen sus dimensiones y con ello se logre el aprendizaje significativo. Esta metodología apunta a trabajar a partir de los conocimientos previos que poseen los estudiantes a través del planteamiento de situaciones problemáticas que logren un cambio conceptual, procedimental y actitudinal.

Si consideramos que este enfoque, señala que el alumno como cualquier ser humano, construye su propio conocimiento a través de la acción, donde los procesos educativos deben respetar y favorecer al máximo su actividad frente al objeto de conocimiento, así como considerar que los conocimientos almacenados sobre el contenido no son capaces por sí solos de resolver los problemas. Para ello, es necesario tomar en consideración las teorías del procesamiento de la información que coinciden en que la mente humana no solo posee estructuras del conocimiento, sino que cuenta con un gran repertorio de estrategias de solución de problemas, por lo que, las intervenciones pedagógicas deben intentar garantizar la presencia del conocimiento bien estructurado, los conceptos y procedimientos relacionados.

Cabe señalar que la forma en que se organiza el conocimiento en el currículo y como se presenta en clase, influye directamente en las actitudes y creencias de los estudiantes sobre la matemática y su aprendizaje. Cuando el punto central de la clase se basa en la resolución de problemas, permite al estudiante hacer una revaloración de sus potencialidades y adquirir una gran seguridad en cuanto a sus participaciones y logros. Las orientaciones del docente al cuestionarlo sobre las razones que fundamentan sus observaciones o afirmaciones le ayudan a tener claridad en su pensamiento.

La inclusión de las actividades de razonamiento y demostración deben promoverse en los estudiantes, ya que son útiles para justificar procedimientos empleados o describir las regularidades observadas. Esto, les permitirá desarrollar las habilidades y rigor lógico que se requiere en los ámbitos científicos. Para ello, es necesario que el docente tenga una actitud abierta y tolerante y contar con una sólida preparación matemática.

La metodología a aplicar, debe estar enfocada al planteamiento de problemas precisos que surgen de situaciones de interés para los alumnos. El trabajo en pequeños grupos para discutir una situación problemática que les ha sido planteada, genera la explicitación de las ideas previas que manejan acerca de la temática a tratar y ayuda a evidenciar las diferentes formas de reconocer un problema por parte de los integrantes del grupo de trabajo. Las diversas ópticas de análisis pueden utilizarse para buscar soluciones y llegar a un consenso. Es en esta etapa en donde la generación de hipótesis, el intercambio de experiencias por parte de los alumnos y el profesor, la utilización de diferentes materiales de apoyo que favorezcan la investigación sobre el tema, actúan como factores constructores de conocimientos funcionales que sirven para la vida y son la base para generar nuevos aprendizajes.

El campo de las matemáticas está integrado por cuatro asignaturas que abordan el estudio del Álgebra, Geometría Euclidiana y Analítica, Trigonometría y Funciones.

El campo de conocimiento histórico social se concibe como el conjunto de asignaturas humanísticas y sociales que permite al estudiante de educación media superior, comprender desde una perspectiva sistemática y rigurosa los fenómenos económicos, políticos y sociales, cuya dimensión se entiende a partir de su ubicación en el contexto histórico y cultural.

Este campo de conocimiento se propone brindar los elementos teórico metodológicos que guíen al bachiller en el proceso de construcción del conocimiento y le permitan interpretar los fenómenos sociales con una visión integral y humanística; para lo cual, cuenta con los siguientes ejes conceptuales:

  • El histórico, que articula las disciplinas y permite interpretar los conceptos y las categorías en su dimensión espacio temporal.
  • El epistemológico, que posibilita la comprensión de la ciencia y del proceso de construcción de la ciencia social.
  • El axiológico, que ayuda a entender la función de los valores éticos en relación con las acciones de los individuos.

Las materias y/o asignaturas que lo integran son: Ética y Valores I y II, Introducción a las Ciencias Sociales, Historia de México I y II, Filosofía, Estructura Socioeconómica de México, Historia Universal Contemporánea y Metodología de la Investigación; en ellas, se aborda la génesis del pensamiento científico, su fundamentación epistemológica, y el análisis de los procesos socio-históricos.

En cuanto a su importancia, este campo confiere a las acciones de cada persona una dimensión social, sin perder de vista su individualidad, a la vez que se fomenta el sentido de Identidad, Solidaridad y Compromiso Social.

Las estrategias didácticas básicas que este campo de conocimiento emplea son las siguientes:

  • Revisión de conocimientos previos para establecer su continuidad con los conocimientos nuevos.
  • Planeación del proceso de aprendizaje, que contempla el manejo adecuado tanto de materiales, como de técnicas de investigación social, la organización de la información y la elaboración de productos.
  • Explicación de los conceptos teórico-metodológicos básicos del campo de conocimiento.
  • Ejercitación, reforzamiento y retroalimentación de conocimientos, estrategias y técnicas de la investigación social.
  • Utilización del eje metodológico a través de la investigación, así como en la aplicación de principios para la resolución, comprensión e interpretación de la realidad.
  • Interpretación de los fenómenos sociales.

Con base en lo anterior, el componente de formación básica queda constituido por 31 asignaturas que se ubican del primero al sexto semestre, con una carga total de 114 horas y 228 créditos.

La finalidad del Componente de Formación Propedéutica es preparar al alumno para su continuación en estudios superiores, ya que en este se abordan asignaturas que le permiten profundizar en aspectos particulares de las diversas disciplinas, con la intención de que adquiera los elementos necesarios que le ayuden a definir sus intereses profesionales.

Este componente se integra por asignaturas de diversos grupos disciplinarios (físico-matemático, económico-administrativo, químico-biológico y humanidades y ciencias sociales), a fin de responder a los requerimientos de las instituciones de educación superior, y sus objetivos son los siguientes:

  • Ampliar y profundizar los conocimientos adquiridos en el componente de formación básica, para dar continuidad a la educación integral del educando.
  • Brindar los elementos formativos necesarios que orienten al estudiante en su elección y decisión profesional.
  • Ofrecer una formación propedéutica general que permita al estudiante incorporarse de manera competente a los estudios superiores u otras actividades.

Para mantener el carácter general del bachillerato y evitar que las opciones de este componente promuevan una formación por áreas de conocimiento, las asignaturas se continuarán eligiendo de al menos dos de los siguientes cuatro grupos disciplinarios:


Grupo Químico-BiológicoGrupo Físico-Matemático
Temas Selectos de Química I y II
Temas Selectos de Biología I y II
Ciencias de la Salud I y II
Temas Selectos de Física I y II
Cálculo Diferencial e Integral
Dibujo I y II
Grupo Económico-AdministrativoGrupo Humanidades y Ciencias Sociales
Administración I y II
Contabilidad I y II
Economía I y II
Matemáticas Financieras I y II
Probabilidad y Estadística I y II
Sociología I y II
Psicología I y II
Historia del Arte I y II
Etimologías Grecolatinas I y II
Derecho I y II
Temas Selectos de Filosofía I y II
Ciencias de la Comunicación I y II



En síntesis, el componente de formación propedéutica estará constituido por 8 asignaturas (4 pares) que se cursarán en el quinto y sexto semestre, con carga de 3 horas semanales y 6 créditos cada una, lo que hace un total de 24 horas y 48 créditos.

El Componente de Formación para el Trabajo tiene como finalidad preparar al estudiante para desarrollar procesos de trabajo específicos, por medio de procedimientos, técnicas e instrumentos, además de generar actitudes de valoración y responsabilidad ante esta actividad, lo que le permitirá interactuar en forma útil con su entorno social y laboral.

La formación para el trabajo, como contenido curricular, parte del reconocimiento del “trabajo” como una categoría de formación en un sentido filosófico, social y educativo. Recupera el valor formativo para la construcción de la personalidad del bachiller.

Por lo tanto, educar para el trabajo en el bachillerato general significa formar estudiantes capaces de “ser en el hacer”, es decir, de manifestar sus capacidades, aptitudes y habilidades en un área específica de trabajo.

Esta formación proporciona al estudiante una comprensión del carácter dinámico de la vida productiva para reconocer el valor que encierra esta esfera del quehacer humano y comprender las transformaciones actuales en el ámbito laboral.

En este marco y con base en los planteamientos del Congreso Nacional del Bachillerato 6, este componente tiene los siguientes objetivos:

  • Desarrollar conocimientos procedimentales (manejo de métodos, técnicas e instrumentos) que posibiliten al estudiante el desempeño de actividades relacionadas con un campo laboral específico.
  • Adquirir conocimientos declarativos (conceptos, principios y teorías) que le permitan comprender los fundamentos de los procesos de trabajo para aplicarlos en situaciones específicas.
  • Desarrollar actitudes de valoración y responsabilidad ante el trabajo: interés por aplicar el conocimiento en la realización y mejoramiento del mismo, así como desempeñar actividades productivas y socialmente útiles que coadyuven a solucionar problemas en diferentes sectores de la sociedad.
  • Preparar al estudiante para realizar un trabajo responsable, creativo y solidario, tanto individual como grupal.
  • Desarrollar su capacidad para aplicar el conocimiento científico, humanístico y tecnológico a la concepción, realización y mejoramiento del trabajo.
  • Promover una participación más activa y consistente en cuanto al desarrollo integral y sustentable de sus comunidades.
  • Desarrollar su capacidad para el trabajo independiente, a partir de un sentido personal de iniciativa, innovación y creatividad.
  • Fomentar una cultura de autoempleo.

Con el propósito de que la formación de este componente sea pertinente y flexible se incorpora el enfoque basado en normas técnicas de competencia laboral, las cuales constituyen un referente sobre los desempeños que se requieren en el ámbito laboral y permiten orientar la formación hacia el logro de los mismos.

La adopción de este enfoque implica cambiar la estructura de asignaturas a módulos y que los contenidos sean autosuficientes, es decir, que no necesariamente se requiera establecer secuencias antecedentes y/o consecuentes entre los mismos.

Además, se tendrá la posibilidad de ofrecer salidas laterales a los estudiantes que tengan necesidad de abandonar sus estudios ya que podrán obtener, en forma voluntaria y mediante una evaluación externa, la certificación de las competencias adquiridas.

En este sentido, la estructura de este componente se organiza en cuatro módulos ubicados del tercero al sexto semestre, con una carga de 7 horas y 14 créditos cada uno, lo que hace un total de 28 horas y 56 créditos.

Es importante destacar que la incorporación del enfoque iniciará, de manera piloto 7, en las capacitaciones de Informática y Contabilidad y gradualmente se trabajará en las capacitaciones restantes. En tanto no se cuente con programas y materiales didácticos, las capacitaciones se continuarán ofreciendo con una estructura por asignaturas y con los programas de estudio vigentes.

El sistema de evaluación del aprendizaje deberá basarse en las normas técnicas de competencia laboral, lo que conllevará un nuevo sistema de control escolar para la acreditación y certificación académica de cada módulo.

1 A partir del análisis de los propósitos y características del Bachillerato General, se ha definido que el Componente de Formación Profesional mantenga su denominación y se connote como “Componente de Formación para el Trabajo”.

2 Cfr. SEP. Congreso Nacional del Bachillerato. pp. 39-48.

3 Es importante resaltar que la propuesta que aquí se plantea deberá considerarse en el contexto de aplicación del tronco común, que involucra a todas las instituciones de la educación media superior que imparten el bachillerato. En el caso del bachillerato general, actualmente esta materia es parte de la formación básica.

4 Argudín, Yolanda y Luna, María. Aprender a pensar leyendo bien. Universidad Iberoamericana. México. p.14.

5 Ibid.

6 Cfr. SEP. Congreso Nacional del Bachillerato. pp. 39-48.

7 Se abarcará un universo de 53 planteles en donde se consideran: 13 Centros de Estudios del Bachillerato, la Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”, 13 Preparatorias Federales por Cooperación y 26 planteles de los Colegios de Bachilleres a nivel nacional.

En el caso de la educación, la evaluación ha de tomar en cuenta el progreso de todo el proceso educativo. Su finalidad es constatar qué aspectos de la intervención educativa han favorecido el logro de los objetivos planteados y en qué otros podrían incorporarse cambios y mejoras. La evaluación se convierte así en un medio de perfeccionamiento y mejora constante de la tarea educativa, que se asume como una responsabilidad ética, social y política y no solo como una tarea técnica o como una medida de control escolar.

En esta perspectiva, se concibe a la evaluación educativa como el proceso permanente y sistemático, mediante el cual se obtiene información cuantitativa, cualitativa, pertinente, oportuna, válida y confiable acerca de los elementos del hecho educativo, que una vez contrastada a través de determinados criterios, permite la emisión de juicios de valor para adoptar una serie de decisiones relativas al mismo, tendentes al mejoramiento de la calidad educativa. 1

Partiendo de una concepción de educación formal o sistemática y tomando en consideración al currículo como objeto de evaluación, se reconoce la importancia de evaluarlo en dos dimensiones. La primera para valorar su consistencia interna, que incluye objetivos y finalidades del bachillerato general, perfiles del bachiller y docente, estructura curricular y líneas de orientación, su relación con el contexto, entre otros. Y la segunda para evaluar su operación, que consiste en valorar la relación entre lo ejecutado y lo planeado.

No obstante, haber identificado las dimensiones principales que abarcará la evaluación curricular, es necesario señalar que esta se encuentra en proceso de conformación en función de que la Propuesta de Reforma Curricular sigue igual proceso.

Por el momento, la propuesta de evaluación curricular ha considerado el planteamiento del Programa Nacional de Educación 2001-2006, respecto a la propuesta de reforma curricular, que hace alusión a los enfoques educativos centrado en el aprendizaje de los alumnos y a la educación basada en las normas técnicas de competencia laboral.

Los procesos de evaluación del currículo con un enfoque centrado en el alumno como el que se propone, han de considerar que el punto central de la evaluación es el aprendizaje del alumno. Esta evaluación no podrá olvidar la diversidad del alumnado y la situación en la que se desarrolla el proceso educativo.

En relación con ello es conveniente partir de una concepción de evaluación de aprendizaje que apoye el significado, el desarrollo y los resultados de dichos enfoques.

Se entiende a la evaluación del aprendizaje como un proceso mediante el cual se emite un juicio de valor al inicio (evaluación diagnóstica), durante (evaluación formativa) y al término de una etapa de aprendizaje (evaluación sumativa) en el que se recaba información pertinente, cuantitativa y cualitativa, con la finalidad de valorar el aprendizaje logrado por el estudiante en relación con los criterios previamente establecidos y contar con elementos para la toma de decisiones.

Los resultados de la evaluación del aprendizaje serán de utilidad para saber si las estrategias didácticas y de aprendizaje utilizadas han sido pertinentes, así como también, si permitirán la asignación de calificaciones y en su caso la determinación de la acreditación y la promoción.

En cuanto al componente de formación para el trabajo, la evaluación del aprendizaje tendrá como referente conceptual la competencia laboral, que es la capacidad productiva del estudiante, que se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral y refleja los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes necesarias para la realización de un trabajo efectivo y de calidad.

La competencia toma su forma en una Norma Técnica de Competencia Laboral (NTCL), la cual se define como el conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas que son aplicadas al desempeño de una función productiva, a partir de los requerimientos de calidad esperados por el sector productivo.

La Norma Técnica de Competencia describe lo que una persona es capaz de hacer, la forma en que puede juzgarse, las condiciones en que la persona debe mostrar su aptitud y refleja los conocimientos y habilidades que se requieren para un desempeño eficiente de la función laboral, así como la habilidad de transferir la competencia de una situación de trabajo a otra.



Bajo estos referentes, la evaluación de competencia laboral es el proceso por medio del cual se recopilan evidencias suficientes sobre el desempeño de un individuo, con el apoyo de técnicas e instrumentos de evaluación, principalmente observación, revisión documental e interrogatorio, conforme a las especificaciones que marca una NTCL para determinar si es competente o aún no competente en el desarrollo de una actividad laboral determinada. Además, el estudiante podrá asistir de manera voluntaria a que dicha competencia le sea certificada.


Con la evaluación de la competencia laboral se especificarán las fuentes de evidencia de donde se obtendrá la información que sustentará el juicio. Las fuentes de evidencia son los espacios o circunstancias de evaluación que proveen o generan los datos de competencia que contempla el plan.

Estas fuentes son:


  • Las manifestaciones abiertas y observables del desempeño del individuo: son comportamientos o acciones en ejecución.
  • Los conocimientos que se tienen con respecto de la función laboral desempeñada: manejo de conceptos, terminología, normatividad o políticas.
  • El aprendizaje previo que se tiene en relación con la competencia: apunta hacia la consideración de la experiencia histórica del sujeto, la constatación de los productos que ha realizado con anterioridad.



  • Los informes de otras personas: se obtienen evidencias de los reportes y datos que poseen o emiten personas que tienen contacto con la función que desempeña el candidato.


1 Ibid.

Las actividades paraescolares en el Bachillerato General, son acciones que convergen en el desempeño académico del alumnado; ya que por su naturaleza atienden aspectos intelectuales, socio-afectivos, deportivos y artísticos que promueven una formación integral del bachiller. Aunado a ello, estas pretenden promover:

  • Un conocimiento multidimensional, con lo que respecta a su ser biológico, psíquico, social, afectivo, racional en relación con su contexto.
  • Lazos de unión y convivencia entre el alumnado y del alumnado con su institución.
  • Sentido de solidaridad y trabajo en equipo.
  • Mejoramiento corporal.
  • Autoconocimiento y autoestima para desarrollar habilidades frente a la vida.
  • Acciones encaminadas a desarrollar madurez intelectual y emocional en el bachiller.
  • Alternativas para manifestar sus talentos y facultades, permitiéndole lograr un mejor desempeño en su vida.
  • Seguridad para aplicar su capacidad productiva y creativa.

Cabe señalar que, debido a la naturaleza intrínseca en la formación integral del estudiante, la evaluación de este tipo de actividades es siempre de tipo formativo, considerando su participación en las mismas.


Entre las Actividades Paraescolares que contempla el Bachillerato General se encuentran:


Orientación Educativa:

Esta tiene un origen pedagógico formativo, que tiene como finalidad ayudar al alumnado a confrontar las dificultades que surgen al encarar las exigencias del medio escolar y a encontrar solución satisfactoria a los problemas de aprendizaje. Es por ello que la Orientación Educativa, del Bachillerato General, contempla cuatro áreas de trabajo: la Institucional, Escolar, Vocacional y Psicosocial, en sus tres niveles de atención: individual, grupal y masivo.


Acción Tutorial:

El propósito de esta es otorgar asesoría académica a los estudiantes con bajos niveles de aprovechamiento y que se encuentran en riesgo de abandonar sus estudios. La Dirección General ha establecido en los Lineamientos de Acción Tutorial, que el apoyo académico puede ser a nivel individual, grupal o entre pares.


Actividades Físicas, Deportivas y Recreativas:

La importancia de estas, desde la perspectiva de formación integral, radica en la posibilidad de que trasciendan al tiempo libre con categoría de hábito educativo y saludable, que logrará en el bachiller un equilibrio entre los valores adquiridos y su participación social, repercutiendo no sólo en el ámbito deportivo, sino que lo proyecte como un ser humano creativo y con capacidad de adaptarse a su medio circundante.


Actividades Artístico Culturales:

Son las que pretenden introducir al bachiller en la riqueza de las experiencias que conlleva cualquier manifestación del arte y de la cultura, con el propósito de despertar su sensibilidad, no sólo hacia este tipo de experiencias, sino también a aquellos aspectos que conforman su mundo interior y su mundo social, ya que la cultura y el arte constituyen la representación de los rasgos y aspiraciones distintivas de una sociedad.